“Aquí hay una carta para todo el mundo. Ábrela, dice : ¡Vive!”
Siento que esas palabras resumen las vivencias del taller de hoy.
Llovía, las circunstancias no eran las mejores, … igual todos llegamos… y asentimos a eso que no podíamos cambiar, le dijimos sí,… y continuamos… Entonces la Vida nos abrazó con todo…
Me siento enormemente conmovida y agradecida a Dios, a la Vida y a cada uno que se entrega al movimiento del corazón.